Su nombre se debe a un peculiar resplandor blanco que la caracteriza, semejante al brillo lunar, que es conocido como ”Schiller”o adularescencia. Se la conoce también con los nombres de
Piedra Lunar y
adularia .
La adularia es un mineral cristalizado del grupo de los feldespatos que forma prismas alargados o aplanados. También puede encontrarse formando rombos unidos entre sí. Los cristales de la adularia suelen ser estriados, transparentes o blanquecinos, con una pátina verdosa. Son ligeros y frágiles y presentan una gran resistencia al calor del fuego. El único ácido que puede atacarlos es el fluorhídrico.
La piedra de la luna tiene una amplia gama de colores, que van desde la variedad incolora hasta los colores gris, marrón, amarillo, verde o rosa. Su claridad puede ir de transparente a translúcida. La variedad de piedra de la luna de mejor calidad tiene un brillo azul, una perfecta claridad y un cuerpo incoloro. La piedra de la luna de calidad no es muy frecuente y cada vez lo es menos. Se halla en Sri Lanka y en el Sur de la India. La variedad arcoiris puede encontrarse también en Madagascar. También suele encontrarse en grietas de tipo alpino, donde se asocia, entre otros, con cuarzo, moscovita, biotita, granate o turmalina. Se han encontrado grandes cantidades de adularia en los Alpes suizos y austríacos, en Bolzano (Italia) o en la isla de Elba.
Se piensa que tiene una facultad muy especial, es una piedra casi mágica. Un mineral conocido y valorado por practicamente todas las culturas, donde se ha conocido, fundamentalmente, como una piedra espiritual y asociada a la buena suerte.
En las culturas más antiguas se la relacionaba con la fertilidad. En algunos lugares se la denominaba "Piedra de la Madre Tierra". Se decía que los amuletos hechos con esta gema, colgados en los frutales, ayudaban a producir grandes cosechas. Por derivación, se considetaba que protegía de la esterilidad y de las dificultades del parto.
Los romanos pensaron que la piedra de luna fué formada por un claro de luna. En la India donde está considerada como una piedra sagrada, es la piedra del decimotecer año del matrimonio. Se pensaba que cada 21 años, el sol y la luna tenían un vínculo muy especial entre sí y esto daba lugar a que el oleaje arrastrara esas piedras hacia la orilla, otorgando buena suerte.
Era muy apreciada por los enamorados quienes afirmaban que despertaba pasión y ternura, aunque para ello, debía colocarse en la boca en las noches de luna llena. Por este motivo es muy común que el novio regale a la novia una piedra de estas características el dia de la boda. Todavía hoy es un regalo muy valorado entre los amantes.
En el pasado también se la conocía como "Piedra del Viajero". Era utilizada por amuleto protector para todos aquellos que tenían que realizar un viaje inseguro y no exento de peligros.
Bastante más tarde, la Piedra de Luna, es apreciada en joyería y muy especialmente para joyas masculinas. A finales del siglo XIX, los alfileres de corbata se adornaban con ésta gema.
En Europa, la Piedra de Luna se considera portadora de felicidad para el mes de junio, aunque en Estados Unidos comparte esta distinción con el alexandrite y la perla.
Tal vez es la única piedra capaz de captar los estados de ánimo de las personas y las energías que impregnan un ambiente determinado y manifestarlo cambiando ligeramente de matices.
Se dice que si la energía que desprende la persona con la que está en contacto es positiva, la Piedra de Luna siempre muestra unas tonalidades azules o violetas mucho más intensas, con más luminosidad y viveza. Si la energía que desprende la persona es negativa, la Piedra de Luna pierde su brillo intenso y su luminosidad y se oscurece hasta adoptar unas tonalidades más grises o pardas.
Como propiedades esotéricas cabe destacar todo lo relacionado con la claridad y las cualidades universales, de ahí que se dice de su poder para leer el futuro y que se considere una de las gemas predilectas para inducir trances, y favorecedora del crecimiento espiritual.
La luz blanca refleja y contiene todos los colores, por lo que simboliza el potencial para purificar y limpiar la energía. Abre la mente a la sincronicidad, aliviando la inestabilidad emocional y el estrés. Se la relaciona con los nuevos comienzos y la intuición, activándola. Es una piedra reflexiva y nos recuerda que, como la luna crece y mengua, todo forma parte de un ciclo de cambios. Su efecto más poderoso es el de calmar las emociones.
Está llena de energía receptiva , pasiva y femenina por lo que mejora la inteligencia emocional, la empatía, equilibra las energías masculinas y femeninas, hace consciente lo inconsciente, fomenta el sueño lúcido y potencia las capacidades psíquicas.
Parece ser también un amuleto bastante utilizado contra el egoismo. Posiblemente la afirmación más extravagante es aquella que dice que vuelve famoso e invisible a su portador.
La piedra de luna junto con la perla es la piedra del signo de cancer. Tiene afinidad con los signos de géminis, piscis, leo, acuario y sagitario. Su día correspondiente es el lunes. Los Ángeles, Zadkiel y Ofarniel.
También es un símbolo del Tercer ojo y se considera que equilibra el yin-yang. La Piedra de Luna se corresponde con el 7º Chakra, Sahasrara: O corona, justo encima de la coronilla, relacionado con el crecimiento espiritual.
La Piedra Luna combinada con otras piedras también tiene su qué, unida al zafiro trabaja la ansiedad, el exceso de sensibilidad o los problemas de origen mental. Con el cuarzo rosa, sobre el chakra cardiaco y sus alrededores, colabora con las madres y los padres que puedan tener problemas con la aceptación hacia sus hijos. Junto a la amatista para el desarrollo de las facultades psíquicas.
En gemoterapia, la Piedra de Luna se utiliza para tratar problemas como la dificultad respiratoria, el asma, la fiebre y las cefaleas, así como los trastornos de la menstruación. Esta gema es también eficaz en el tratamiento de problemas endocrinos y cutáneos.
Cura los desórdenes de la parte alta del tracto digestivo relacionados con el estrés emocional. Afecta poderosamente al ciclo reproductor femenino, siendo también excelente para el síndrome premenstrual, la concepción, el embarazo y el parto. Está vinculada con la glándula pineal. Equilibra el sistema hormonal. Es de ayuda en casos de conmoción. Puede usarse para tranquilizar a los niños hiperactivos. Favorece el funcionamiento del sistema digestivo mediante la asimilación de los nutrientes. Elimina toxinas y la retención de fluidos. Combate el insomnio. Alivia las enfermedades degenerativas de la piel, los ojos, el pelo, el hígado y el páncreas.
Toda una panacea...