Se me hace extraño pues siempre cocino yo. No sé si es porque me cuesta permanecer impasible cuando estoy en una cocina o porque me incomoda que alguien se pasee con tranquilidad en la mia. A saber…
Libre de preguntas y respuestas me dispongo a disfrutar del placer de algo nuevo para mí. Así que preparo los ingredientes, disponiéndolos encima del mármol con determinación.
Libre de preguntas y respuestas me dispongo a disfrutar del placer de algo nuevo para mí. Así que preparo los ingredientes, disponiéndolos encima del mármol con determinación.
Primero las endivias, luego el jamón, las patatas, el queso rallado, la leche y la harina de maíz. Sal, pimienta, aceite de oliva y mantequilla - poca, para que no tenga el sabor de mi país- me comenta y me dedico a observar.
Antes de lavar las endivias hay que cortar el interior de la base para que no amarguen y así el agua circula libremente por el interior.
En una cazuela con aceite y un poco de mantequilla, se rehogan las endivias. Se pone un poquito de sal y de pimienta y cuando están doraditas, se añade un poquito de agua dejándolas hervir hasta que están tiernas. El color resultante, como el del caramelo dorado y el aroma y el sabor deliciosos tanto, que no me resistí a probarlas…
Mientras se hierven las patatas que servirán de acompañamiento y se prepara una salsa bechamel muy espesa ya que las endivias dejarán un poquito de agua al hornearlas. Previamente se añade a la leche un poco de queso con sabor fuerte que se derrita o que habremos rallado en el momento.
Se envuelven las endivias con el jamón y se disponen en una fuente .Se vierte la bechamel y se espolvorea con queso.
Con las patatas hervidas, un poco de mantequilla y sal se prepara un puré espeso que se dispone en una fuente, se cubre con queso y se hornea junto con las endivias hasta que se dora un poquito el queso.
El resultado, mmmm…., un plato delicioso realmente. De sabores equilibrados pero contundentes. Y un disfrutar con los sentidos a flor de piel de una experiencia nueva, como siempre.
Ah… el plato es típico belga y en la receta original parece que la salsa que recubre las endivias es de queso. El puré…, tenía su secreto…, como no, un huevo batido mezclado con los ingredientes!. Andaría perdida entre aromas?.
Antes de lavar las endivias hay que cortar el interior de la base para que no amarguen y así el agua circula libremente por el interior.
En una cazuela con aceite y un poco de mantequilla, se rehogan las endivias. Se pone un poquito de sal y de pimienta y cuando están doraditas, se añade un poquito de agua dejándolas hervir hasta que están tiernas. El color resultante, como el del caramelo dorado y el aroma y el sabor deliciosos tanto, que no me resistí a probarlas…
Mientras se hierven las patatas que servirán de acompañamiento y se prepara una salsa bechamel muy espesa ya que las endivias dejarán un poquito de agua al hornearlas. Previamente se añade a la leche un poco de queso con sabor fuerte que se derrita o que habremos rallado en el momento.
Se envuelven las endivias con el jamón y se disponen en una fuente .Se vierte la bechamel y se espolvorea con queso.
Con las patatas hervidas, un poco de mantequilla y sal se prepara un puré espeso que se dispone en una fuente, se cubre con queso y se hornea junto con las endivias hasta que se dora un poquito el queso.
El resultado, mmmm…., un plato delicioso realmente. De sabores equilibrados pero contundentes. Y un disfrutar con los sentidos a flor de piel de una experiencia nueva, como siempre.
Ah… el plato es típico belga y en la receta original parece que la salsa que recubre las endivias es de queso. El puré…, tenía su secreto…, como no, un huevo batido mezclado con los ingredientes!. Andaría perdida entre aromas?.
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