Esta mañana leí un post sobre los miedos que nos invaden. Como cocinillas y siguiendo un poquito aquella tendencia casi natural del "yo me lo guiso, yo me lo como", me he dispuesto a preparar una poción con el convencimiento que si al menos no funciona, a buen seguro será capaz de recrearnos los sentidos.
Ingredientes:
- una onza de gotas de agua de rocío.
- unas gotas de aroma de mar de primera hora de la mañana y otras tantas de hierba recién cortada.
- una buena pizca de sonrisa fresca.
- dos o tres gramos de brisa del atardecer de una tarde de verano.
- un pedacito de luna llena.
- pétalos de flores de colores.
- una mirada nueva.
- un trocito de sueño.
Preparación:
Se mezclan todos los ingredientes y se baten con determinación con un rayito de sol de mediodía hasta formar una espuma ligera. Espolvorear generosamente con chispas de alegría y polvo de estrellas.
Tomarlo bien fresquito y a pequeños sorbos. Vereis que sabroso..., un verdadero néctar de los dioses.
2 comentarios:
Que maco!!! :)
Gràcies anònim... No sé si servirà però al menys m'ho he passat bé! ;)
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